En el laboratorio con… Javier Díaz Bruguera. Catedrático e investigador en el CiTIUS
En el laboratorio con… es un espacio en donde semanalmente os presentaremos, a través de 5 preguntas, el talento y la excelencia de los investigadores de Campus Vida.
Catedrático en el CiTIUS
Licenciado y Doctor en Física por la Universidad de Santiago de Compostela en 1984 y 1989 respectivamente, actualmente ejerce como catedrático de universidad en el área de arquitectura y tecnología de computadores.
Es coautor de más de 150 publicaciones en revistas científicas y congresos especializados, en áreas como el diseño de procesadores, la arquitectura de computadores, el diseño lógico o el procesado de vídeo e imágenes.
Ha sido investigador principal de numerosos proyectos de investigación nacionales y autonómicos, participando asimismo en varios contratos con empresas y administraciones y proyectos europeos.
1. ¿Quién es para ti el científico más importante del siglo XX? ¿Por qué?
Esta es una pregunta muy difícil de contestar. Hay muchos científicos que han tenido una influencia decisiva sobre la ciencia y la tecnología a lo largo del siglo: Einstein, Turing, Von Neumann, Shockley… por citar sólo unos pocos, cercanos a mi campo de trabajo y formación. De todos ellos, para mí el más importante ha sido Einstein. Ya sé que decir esto es poco original, porque se trata de alguien muy popular y reconocido a nivel global como un gran científico. Pero el impacto que ha tenido la teoría de la relatividad, la equivalencia entre masa y energía, el efecto fotoeléctrico, y sus teorías sobre la fuerza gravitatoria, marcaron un antes y un después en la física y en la popularidad de la ciencia.
2. Un descubrimiento que cambió el mundo ¿Por qué?
Sin duda la máquina de vapor, porque permitió el desarrollo de una sociedad de tipo industrial -un modelo que fue la base de nuestra sociedad actual, con sus ventajas e inconvenientes-. Durante la revolución industrial -en cuyo desarrollo tuvo un papel relevante-, la máquina de vapor se utilizó para mover aparatos tan diversos como bombas, locomotoras, motores marinos… En definitiva, fue un instrumento capaz de mover maquinaria pesada, lo que contribuyó de forma importante al nacimiento de las fábricas, y la producción en masa de bienes de consumo.
3. ¿Por qué decidiste ser investigador?
No sabría decir concretamente por qué, seguramente por un cúmulo de circunstancias. Pero es posible que la curiosidad por aprender y el afán por participar en el desarrollo del conocimiento hayan tenido una influencia decisiva. Por supuesto -y a esto me refería cuando decía un cúmulo de circunstancias-, ha habido otros investigadores que apostaron por mí cuando estaba empezando, algo que contribuyó a formarme como investigador. Sin el apoyo de estas personas, me hubiera resultado imposible desarrollar mi carrera científica.
4. ¿Cuál es tu línea de investigación más relevante? ¿Qué resultados esperáis obtener y qué impacto pueden tener en la sociedad?
Actualmente, mi línea de investigación principal se centra en la mejora de las prestaciones de los computadores, particularmente en el desarrollo de arquitecturas energéticamente eficientes para evaluación de funciones aritméticas complejas en procesadores de propósito general. Esto se enmarca dentro de las necesidades futuras -y ya casi actuales-, de los microprocesadores. A día de hoy nos encontramos en la encrucijada de que el rendimiento de los procesadores -que todos utilizamos en nuestros PCs y dispositivos portátiles- difícilmente puede seguir aumentando al ritmo de los últimos años. La razón es que hemos llegado a unos niveles críticos, en los que el consumo de potencia se ha convertido en un factor limitante. La alternativa más prometedora con la que trabajamos es el desarrollo de sistemas con muchos núcleos, más sencillos que los utilizados actualmente y que, además, incluyan núcleos especializados en ciertas funciones de uso frecuente.
Estas arquitecturas tienen numerosas aplicaciones en los campos de la ciencia y la ingeniería, aunque nuestra investigación se centra en la criptografía y la visualización 3D.
Esperamos que nuestro trabajo pueda contribuir al desarrollo de estos nuevos sistemas, facilitando que todos podamos disponer de ordenadores cada vez más potentes y, al mismo tiempo, más respetuosos con el medio ambiente, ya que uno de los objetivos es reducir el consumo de potencia.
5. ¿En qué aspecto crees que el entorno Campus Vida favorece tu investigación?
Es un entorno nuevo en nuestra universidad, que persigue fomentar la interdisciplinariedad entre campos tan dispares -aunque, muchas veces, tan complementarios- como la informática, la medicina y la química.
Como entorno nuevo nos plantea unos retos en cuanto a la organización de la investigación, que tendremos que ir superando. Debemos transformar la estructura de grupo de investigación tradicional -con unas líneas de investigación cerradas- para abrirnos a una estructura más amplia: la de “Centro Singular de Investigación” integrado en Campus Vida, que basa sus trabajos en la complementariedad. Estamos todavía en la fase inicial de este cambio de mentalidad, pero esperamos en poco tiempo poder abordar proyectos de mayor calibre, en colaboración con otros investigadores de Campus Vida.